Tras destacar el inicio de ese proceso en Córdoba, la jefa del Estado elogió la tarea de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y afirmó: "Más de 30 años pidiendo y reclamando, y nunca un acto de violencia, nunca una amenaza o un ejercicio de intolerancia hacia el otro, y eso que no les habían cobrado un impuesto ni les habían pedido plata, sino que buscaban a sus hijos".
La Presidenta buscó reforzar el contraste con más elogios a las mujeres que se pusieron al frente de la denuncia y la búsqueda de las personas desaparecidas durante la última dictadura.