Como de costumbre, los responsables del concurso "Bailando por un sueño" hicieron bailar a los integrantes de la mediática ex pareja uno a continuación del otro.
A pesar de la insistencia de Marcelo Tinelli y los jurados, "La Tota" sostuvo que estaba todo bien y que no tenía conflictos con su nueva novia, Cecilia Oviedo.
Más tarde entró al estudio Vives, quien no quiso referirse a la performance de su ex. Es más, cuando se le informó que Oviedo iba a bailar después de ella le deseó que tuviera suerte.
Tinelli recurrió entonces a Victoria Xipolitakis, una de las "mellizas griegas" a la que se señala como nueva novia de Carlos Nair, a quien, a su vez, se vinculó hace algunas semanas con Vives. Pero aunque Xipolitakis habló mal de Vives en varios programas de televisión, la bailarina la saludó con su mejor sonrisa y hasta le dio un beso.
Sin embargo, aún quedaba el debut de Oviedo, en reemplazo de la lesionada Verónica Varano. Y aunque la nueva pareja de Santillán tampoco se peleó con Vives, denunció que Carolina Baldini no quiso que ocupara su lugar mientras se reponía de un problema físico.
"Me enteré el viernes en un programa. Carolina dijo que no quería que la reemplazara porque era gato", contó enojada. Aunque la ex de Diego Simeone no estaba en el estudio para contestarle.
Ya con el horizonte del programa totalmente extraviado, debido a que se dio más espacio a estas fallidas peleas que a las coreografías y a los sueños solidarios, cerca del final llegó al estudio un trío de chicas -apadrinadas por Viviana Canosa- que cantaron un tema de cumbia.
Habrá que ver cuánto puede resistir el formato de "Bailando por un sueño" tantas transgresiones y cuánto aguanta el público tanto conflicto mediático de personajes cuya fama empieza y termina en los ciclos de chimentos. (Reporter)
