A un mes de que aparezca el final de la saga -que la escritora británica Joanne K. Rowling finalizó luego de diez años de aventuras- no son pocas las expectativas de los "harrymaníacos" sobre el esperado desenlace del enfrentamiento entre Harry Potter y Lord Voldemort.
Sin embargo, desde el 21 de julio del año pasado los fanáticos argentinos han podido acceder a la versión en inglés de "Harry Potter and the Deathly Hallows", lanzada en simultáneo en más de 90 países del mundo.
En ese entonces, aquí se vendió en menos de dos días la casi totalidad de los 30 mil ejemplares (a 108 pesos cada libro) traídos al país por Scholastic y Bloomsbury, fenómeno que ya se anunciaba con una preventa de 11.000 libros.
La versión en inglés, en su primer día de ventas, llegó a 11 millones de ejemplares en Gran Bretaña y Estados Unidos, rompiendo la marca alcanzada con "Harry Potter y el misterio del príncipe", de 9 millones de ejemplares vendidos.
Los responsables locales de la edición en castellano esperan que la última entrega de la saga de Harry Potter bata ampliamente los récords locales y se convierta en un hito de ventas en la historia del libro en Argentina.