El ICBA emitió un informe ante las altas temperaturas que se registran en el país durante enero, febrero y marzo, en el que reiteró la necesidad de hidratarse adecuadamente durante el verano y de ser posible, beber al menos tres litros de agua diarios.
En ese sentido, insistió en no iniciar dietas adelgazantes extremas y adoptar hábitos alimenticios que incluyan comidas ricas en proteínas, carnes magras, vegetales y frutas.
Miguel Angel González, jefe de la Guardia Cardiovascular del ICBA, destacó que es común que ante la falta de una hidratación adecuada se registren en verano cuadros clínicos en los que el paciente sufre "una fuerte sed, fatiga, cansancio, disminución del apetito, tiene la piel colorada y disminuye la cantidad de orina".
González acotó que esos cuadros que están vinculados con el golpe de calor suelen estar acompañados de "mareos, una tendencia al sueño o deseos de permanecer en la cama, la sensación de pérdida de fuerza e incluso el desvanecimiento".
En ese sentido, el médico agregó que "aparecen en esos cuadros síntomas relacionados con el aparato cardiovascular, como ser el descenso de la presión arterial y la vasodilatación excesiva" por la falta de hidratación y conductas alimenticias saludables.
El ICBA recomendó a las personas que toman medicación cardiovascular, chequear con su médico el ajuste de la dosis para evitar molestias relacionadas con el calor y hacer ejercicios.
Indicó que en las prácticas deportivas, deben realizarse un entrenamiento con una intensidad moderada, no excederse en los esfuerzos y evitar sentirse mal o sofocado ante las altas temperaturas.
Si eso ocurriese, los especialistas aconsejan detener la actividad, refrescarse, descansar y volver a la calma.
El estudio del ICBA indicó que si la actividad física implica un esfuerzo importante deben beberse uno a dos vasos de líquido entre los 15 y 20 minutos antes y cada 15 o 20 minutos mientras se practica algún deporte.
Al finalizar la actividad, la persona debe beber líquido aunque no tenga sed para evitar el cuadro de deshidratación.
Señaló que cuando se dispone del día completo, lo ideal es ejercitar entre 40 y 60 minutos diarios repartidos en dos momentos del día y entrar en calor cinco minutos.
En igual sentido, Patricia Carrascosa, jefa del Servicio de Tomografía Computada del instituto Diagnóstico Maipú, destacó la importancia de controlar el corazón en el verano y adoptar hábitos de vida "saludables, para evitar episodios cardiovasculares".
Carrascosa indicó que "muchos de los estudios disponibles en la actualidad se convirtieron en una herramienta fundamental para el diagnóstico y prevención de las enfermedades cardiovasculares".
La especialista coincidió en que "para asegurarse un corazón sano es fundamental al menos 30 minutos de algún tipo de actividad física por día como caminar, nadar y andar en bicicleta".
Pero insistió en la necesidad de realizarse estudios como la "tomografía computada multislice a fin de evitar errores en el diagnóstico" y poder adaptar la alimentación y la actividad física durante la época estival.