El hombre había pasado por la casa de Spears para buscar a sus hijos, pero la cantante se rehusó a entregárselos.
La pelea fue violenta y arribaron al lugar la policía y una ambulancia en la que la cantante fue llevada al hospital.
La pareja, casada en octubre de 2004, se separó dos años y un mes después. Los dos niños, Sean Preston, de dos años, y Jayden James, de uno, fueron entregados por el juez al padre.
Britney Spears, que había tenido problemas de alcoholismo y adicción a las drogas, tuvo que someterse a pruebas de drogas para poder ver a sus hijos, de acuerdo a lo que había establecido el juez.