En ese sentido, señaló que "el final del 2007 y el principio del 2008 pueden ser distintos si los vivimos desde la esperanza" y consideró: "Podemos terminar el año con el último resto de nuestra fuerza, apurados y distraídos, o volver a mirar el pesebre y pensar en su significado: Jesús nace para darle un sentido a nuestro vivir".
"Les deseo un fin de año en el que recibamos y demos esperanza, y una Navidad de pesebres plenos de significado. Que muchas personas puedan empezar a esperar algo bueno del 2008, que se entusiasmen con el mismo desafío de vivir comprometidos con Dios y con los hermanos", añadió.
Asimismo, pidió que ese compromiso se "de un modo particular, con los más pobres".