Además del Dr. Posse, estuvieron en la ceremonia el secretario de la entidad, Eduardo Ferro, el presidente del Jockey Club Argentino, Bruno Quintana, la viuda del homenajeado, Dra. Clementina Giorgi y su hija Clamen, además de otros familiares del extinto ex jefe comunal.
Además de dirigentes y personalidades del ámbito turfístico, se hallaban también presentes invitados especiales, entre ellos el secretario general de la Regional Zona Norte de la C.G.T., José Luis Casares; la presidente del Concejo Deliberante, Rita Kuzis, la reelecta presidenta del Consejo Escolar de San Isidro, Norma Balmaceda, miembros del ejecutivo municipal, concejales y muchos que conocieron y acompañaron a Melchor.
Quien habló en primer lugar fue el titular de la Gremial del Turf. Eduardo Ferro, trazó una semblanza del extinto, a quien calificó de “adelantado” en la política, en la gestión comunal y como médico, abonando esta afirmación con diferentes anécdotas que lo tuvieron como testigo privilegiado.
Luego, junto a los dirigentes del turf, el intendente Posse, la viuda de Melchor y su hija, procedieron a descubrir el busto, obra de la escultora Claudia Valerga. En la base fue colocada una placa recordatoria que reza “Dr. Melchor ‘Cholo’ Posse, 1932-2004, Gran Intendente, Socio Honorario y mejor amigo. Siempre vivirá en el corazón de la comunidad sanisidrense, 13 de diciembre de 2007”.
Finalmente, habló el intendente Posse. “Desde la familia –dijo- queremos transmitirles el agradecimiento a la Gremial del Turf, como todos la conocemos, por haber sido los primeros que llevaron a cabo el busto recordatorio de Melchor. Todos los que somos parte de su familia, parientes, amigos y a todos a quienes les hizo sentir ser parte del equipo, con los años llevamos un orgullo muy sano. Todo lo que surge aquí o en cualquier lugar del país donde él estuvo, siempre surgen anécdotas que lo definen como un hombre cabal, integro, que siempre pensó en lo mejor para su pueblo y su país”.
“Tuvo una vida, quizá no tan larga pero sí muy intensa y en ella no faltó una palabra que definió su labor: pasión. Nos queda la sensación que San Isidro, entre otras cosas es así por el hecho de que haya pasado Melchor Posse por aquí.”
Tras sus palabras, seguidas de un aplauso sostenido, observándose algún llanto entre los reunidos, fue servido un vino de honor.
