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La "Civilización" de Los Piojos sacude el Luna Park

Los Piojos sacude el Luna Park
Los Piojos ofreció anoche el primero de los dos shows programados en el porteño estadio Luna Park para presentar su séptimo disco de estudio, "Civilización", para el que se sumó el artista francés Manu Chao como invitado.
La convocatoria se llevó a cabo sin más promoción que la de su sitio web oficial, y el efectivo mecanismo del boca a boca hizo que alrededor de 7 mil personas se reunieran para recibir a Los Piojos y los temas de su nuevo disco.

Desde las 20.30, la hora pactada, una larga fila de adolescentes y no tanto, amenazaba con rodear la manzana del estadio; el ingreso, sin sobresaltos, estuvo matizado por los ya clásicos cantos futboleros adaptados para evocar al músico de turno, que continuaron hasta que, cincuenta minutos más tarde, el grupo hizo su aparición en escena.

Las luces del estadio se apagaron a las 21.20 y una pantalla que abarcaba todo el ancho del escenario proyectó un video conceptual de unos cuatro minutos de duración que alternaba, a modo de collage, imágenes y fragmentos de las letras más representativas de la nueva placa.

A continuación, la banda -Andrés Ciro Martínez (voz y armónica), Gustavo Kupinski (guitarra), Daniel "Piti" Fernández (guitarra), "Mickie" Rodríguez (bajo), Sebastián Cardero (batería), Chucky de Ipola (teclados) y "Changuito" Farías Gómez (percusión)- arremetió con "Pacífico", flamante corte de difusión, seguido de "Desde lejos no se ve", "Taxi boy" y "Bicho de ciudad".

Ataviados con diseños y accesorios norteños como ponchos y coloridos gorros de lana, los músicos eligieron una original disposición es escena: Cardero, de Ipola y Farías Gómez se ubicaron sobre una tarima, y Martínez, Kupinski, Fernández y Rodríguez, debajo, por delante de la pantalla de video que acompañó todo el concierto con eclécticas imágenes.

Andrés Ciro Martínez, en su rol de maestro de ceremonia, cambió de vestuario, caminó el escenario como ningún otro de sus compañeros, y equilibró sus dotes de buen decidor con una abundante cuota de histrionismo, perfil que abandonó únicamente para cederle el micrófono al bajista Mickie Rodríguez.

Rodríguez contó con un segmento propio, compuesto por "Fijate", tema al que le prestó su voz en el disco "Verde paisaje del infierno", y "Un buen día", experiencia similar plasmada en "Civilización".

A pesar de algunos desperfectos de sonido que lograron resolverse con el correr de la noche, el público demostró que su presencia ahí no era casual, que el verdadero fanatismo los llevó a corear a voz en cuello piezas tan disímiles de la discografía piojosa como "Chac tu chac", "A veces", "Marado", "Vals inicial" o "Luz de marfil".

La infaltable "Pistolas" se convirtió en una versión para el recuerdo, gracias al aporte de un enérgico solo de percusión a cargo de Farías Gómez.

Hacia la hora y media de show, cuando el calor y la humedad del ambiente prometían volverse opresivos, llegó el turno de "Civilización", el reggae en clave ecológico-apocalíptica que le da su nombre al disco, y que contó con un invitado de lujo: el cantante Manu Chao.

Manu Chao, nacido en Francia, hijo de españoles, ciudadano del mundo, permaneció en el escenario para ejecutar, a continuación, junto a la banda, una versión reggae-ska de su tema "Día luna día pena".

El vínculo entre Chao y Los Piojos, viene desde hace tiempo pero se estrechó aún más cuando El Farolito, el sello piojoso publicó "La Radiolina", último álbum de quien fuera líder de Mano Negra.

Con la llegada del cierre, el clásico "El farolito", que desde el disco "Tercer Arco" fue uno de los temas que le brindó a la banda de Palomar una máxima exposición, contó con una delicada introducción jazzera, clima que se repitió al momento de los solos, a cargo del versátil Chucky de Ipola, en verdadero plan de jam session, y un Cardero más contenido, moderado.

Los primeros bises llegaron con "Ruleta" y "Vine hasta aquí", ambos del disco "Verde paisaje del infierno", y el riff machacón de "Unbekannt"; los segundos, separados por cinco minutos de receso, fueron un cover de "El viejo" (de Pappo) y el blues inédito "Ay qué maravilla".

A pesar de que desde el sitio web la banda se esforzó en aclarar que, por disposición municipal, no se podría ingresar con banderas de ningún tamaño, las insignias multicolores se multiplicaron cuando, sobre el final, Ciro se entregó a la lectura de todos los sitios de procedencia de los concurrentes.

"Buenos días Palomar" fue el tema elegido para finalizar el concierto, la oda al barrio arbolado del oeste bonaerense, desde donde anoche llegó el rock de Los Piojos al estadio de Corrientes y Bouchard, para hacer de éste, un lunes atípico, o como prefirió definirlo el frontman, un "lunes menos lunes".

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