Como es habitual, en la plaza Mitre de San Isidro, frente mismo a la Catedral, se realizó la toma de tiempos y numeroso público, entre los que se encontraban contingentes turísticos, pudieron apreciar las auténticas joyas automovilísticas en movimiento. Simultáneamente, por la calle 9 de Julio entre 25 de Mayo y avenida del Libertador, hubo una exhibición de otros vehículos antiguos.
Entre los vehículos participantes del Gran Premio Recoleta-Tigre se destacaron un Anasagasti de 1898 eléctrico, un Rochester a vapor que perteneció al presidente Julio Argentino Roca, un camión de bomberos, una limusina, un camión de hielo y una grúa de comienzos del siglo pasado.
Los pilotos y copilotos participaron de la prueba con vestimenta, accesorios y peinados de la época, a tono con la consigna del evento que era celebrar la preservación y restauración de los vehículos más sublimes del patrimonio histórico de la Argentina.
El ganador del encuentro –que culminó con un almuerzo en Tigre- fue la dupla integrada por Luis Alberto Gold y Jackie Forrester Greene, con un Hispano Suiza Alfonso XIII de 1914.