La producción divide los últimos momentos de Diana en tres períodos distintos: el mes, la semana y el día en el que ocurrió el accidente automovilístico, en el que también fallecieron Dodi Al Fayed, novio de la princesa; y Henry Paul, conductor del automóvil Mercedes Benz en el que viajaban.
El documental comienza con imágenes de Diana y Dodi Al Fayed cuando salían del Hotel Ritz de París, la noche del 30 de agosto de 1997.
Después de varias semanas de asedio periodístico, la pareja se dirigía al apartamento de Dodi, para pasar juntos una última noche antes de que Diana regresara a Inglaterra.
A continuación presenta una retrospectiva de la vida de ambos antes del accidente, concretamente desde finales de julio, cuando Diana fue invitada por el padre de Dodi, el millonario Mohamed Al Fayed, a pasar sus vacaciones en un yate que navegaba por el Mediterráneo.
Las fotografías distribuidas por el paparazzi Mario Brenna, que muestran el primer beso en público de la pareja después del divorcio de Carlos de Inglaterra, ocuparon las portadas de las revistas de todo el mundo.
Con entrevistas a varias personas que convivieron con la princesa aquel verano de 1997, el documental propone presentar datos inéditos nunca antes revelados.
Guardaespaldas, periodistas, Mohamed Al Fayed y la fisioterapeuta de Dodi, entre otros, realizan numerosas declaraciones sobre la tragedia y las circunstancias que la rodearon.
"La muerte..." muestra cómo la pareja se veía cercada constantemente por los periodistas.
El sábado 30 de agosto, Dodi modificó en varias ocasiones sus planes para evitar el asedio de los paparazzis, sin consultar a sus guardaespaldas.
El peligroso juego entre Diana y la prensa sensacionalista comenzaba a alcanzar tintes desproporcionados y en el medio de la situación se encontraban Trevor Rees-Jones y Kez Wingfield, guardaespaldas contratados por Mohamed Al Fayed para proteger a su hijo.
En la tarde de 30, el equipo de seguridad consiguió despistar a los fotógrafos durante algunas horas pero la situación empeoró alrededor de las 17:30, cuando además del creciente número de paparazzis que se agolparon en las proximidades del Ritz, la seguridad del hotel confirmó que uno de sus empleados, Henri Paul, había bebido demasiado.
Aquella noche, después de muchos rumores, frustraciones y cambios de planes de última hora para huir de los medios, la pareja decidió dejar el hotel en dirección al apartamento de Dodi.
Lo hicieron en contra de las recomendaciones de Trevor Rees-Jones.
El Mercedes en el que viajaban era manejado por Henri Paul en las concurridas calles de París.
Una tragedia anunciada estaba a punto de ocurrir... (Télam).
