Los activistas entraron a la casa de la actriz en el condado de Somerset, donde Seymour suele organizar fiestas y eventos de música hasta altas horas de la noche.
Esa antigua mansión de 10 millones de dólares, llamada St Catherine’s Court, es propiedad de Seymour y de su esposo.
Pero los vecinos se cansaron de los ruidos constantes y llevaron a la corte a la pareja, que se expedirá en los próximos días sobre la situación.
Alan Randall, vecino del lugar, declaró que los pobladores locales están "hartos" de Seymour por las fiestas "las 24 horas al día".
Los manifestantes entregaron un petitorio con 200 firmas, para que Seymour y su esposo abandonen el lugar y dejen en paz a los vecinos.
"Jane Seymour y su familia son unos arrogantes", declaró Claudia Legge, otra vecina de la zona, señaló la agencia de noticias Ansa.