Robert Graham, de Errata, explicó que la proliferación de las redes inalámbricas de conexión a internet en sitios como bares o cafés, facilita el trabajo del pirata informático gracias a los archivos de identificación o cookies que pueden ser robados durante el ataque, permitiendo inclusive que los hacker mismos puedan hacerse pasar por las víctimas de su ataque.
Para lograrlo, Graham presentó dos herramientas llamadas "Hamster" y "Ferret", las cuales pueden observar el flujo de tráfico entrante y saliente de un punto de acceso WiFi, el cual permite a los piratas informáticos hacerse a una de las cookies en el momento en que pasan nuevamente a un usuario para permitirle ingresar a su correo electrónico o blog.
Errata preparó una simulación de ataque en vivo durante su presentación y en esta se pudo observar la facilidad con la cual pudo acceder a una cuenta de correo electrónico ajena, en este caso una de GMail.
Graham explicó que si bien para un hacker puede ser fácil ingresar a una cuenta de mail o blog y usarla para hacer cambios o enviar correos, como si se tratara del dueño legítimo, su ataque está limitado en aquellos sitios que piden reingresar la contraseña antes de permitir cualquier cambio.
Esta precaución tomada por muchos sitios, impide que personas malintencionadas puedan tomar el total control de cuentas ajenas y por esta razón desde Errata la señalan como el modo más sencillo para entorpecer su labor delictiva.
