Carlos se destacó por ser muy buen jugador pero lo que no se imaginó fue que al intentar ganarse a las mujeres de la casa se le escapó un detalle importante. Se franeleó con todas, no sólo porque está claro que le gustan mucho las mujeres, sino porque sabe que esa es un arma muy poderosa. Al principio todo le salió muy bien hasta que se involucró con Lissa.
El formoseño supo desde el principio que la ex Bandana tiene tendencia a “engancharse” fácilmente con algún muchacho. Esto le sucedió anteriormente con Hernán y con Diego, sin llegar a algún puerto.
Carlos se animó a ir muy lejos con la cantante llegando a protagonizar juntos las escenas más calientes del ciclo. Pero él decidió no hacerse cargo de la situación y dejó que ella se ilusionara cada vez más. Mantuvo su ambigüedad y la confusión tirando por la borda el perfil de “caballero” que venía perfilando. Realmente trató muy mal a Lissa y eso cayó mal porque ella demostró que no se lo merece.
Es muy probable que ésta situación le haga sumar muchos votos a la cantante y por eso es que se espera que se mantenga relativamente al margen de la votación de esta noche.
Jacqueline también se ganó mucho público con su perfil poco conflictivo y estaría beneficiada por la puja más relevante de la noche entre los hombres del juego que mantuvieron personajes más conflictivos.
Según lo que se ve en los foros de discusión y en la calle, Diego se perfila como el preferido. Lo único que le jugaría en contra es haberse contradicho al hacerle la espontanea al Roña y pretender, ahora, ganar el juego por la plata. Hay que ver si tiene el suficiente peso como para dejarlo afuera de la final.