María Marta fue asesinada de cinco balazos en la cabeza el 27 de octubre de 2002 alrededor de las 18.30, cuando se encontraba en su casa del country Carmel de la localidad bonaerense de Pilar, pero durante el juicio Carrascosa se declaró inocente y relacionó con el crimen al vecino Nicolás Pachelo y a vigiladores del barrio.
El alegato de la fiscalía será sólo realizado por Molina Pico, pese a que durante el debate lo acompañaron los fiscales Diego Grau, John Broyad y Jorge Apolo, ya que durante el debate tuvieron serias diferencias y optó por dejarlos fuera de la etapa final.
El fiscal utilizará como elemento clave para la acusación contra el viudo y miembros de su familia el sistema de entrecruzamiento de llamados VAIC e intentará desmoronar la coartada del viudo, que asegura que a la hora del crimen estaba viendo un partido de fútbol en casa de su cuñado.
Durante todo el juicio y especialmente en la última semana, Molina Pico se valió de ese sistema para intentar demostrar a los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal 6 de San Isidro que el viudo miente y que cometió el crimen con otros cómplices.
Para el alegato, se espera la revelación de nuevas llamadas que comprometerían más la situación de Carrascosa y sus allegados.
Una de las pruebas más importantes que presentó es la grabación de una llamada que Carrascosa realizó a la empresa OSDE para pedir una ambulancia para María Marta, pocos minutos después de que, supuestamente, la halló sin vida en la bañera de su casa y creyó que era un accidente.
El peritaje dejó muchas incógnitas porque el viudo afirma que cuando hizo esa llamada estaba con la masajista Beatriz Michelini, quien había ido a su casa a atender a María Marta y -siempre según la versión del imputado- al encontrar a la víctima en estado desesperante, lo ayudó a reanimarla.
Sin embargo, la declaración de varios vigiladores ubica a Michelini en la puerta del country mientras todo eso sucedía y la grabación que se escuchó en la audiencia permitió dilucidar que en la casa había un hombre y una mujer que mantenían un sugestivo diálogo mientras el viudo hablaba por teléfono.
"Tocala y te vas a dar cuenta", dice la mujer, a lo que el hombre responde "Cerrá la puerta está muerta" y luego la voz femenina ordena: "Dale_ vamos".
Guillermo Bártoli, cuñado de la víctima y procesado por encubrimiento del caso, ya reconoció que la voz que se escucha es la de él, pero dice que en ese momento gritaba "Vamos María" porque estaba tratando de revivir a María Marta, frase que no se escucha en la cinta.
Si la mujer no es Michelini, el fiscal ya dijo públicamente que a su enteder es Irene Hurtig, hermanastra de la víctima, y se espera que pida que se la investigue tanto a ella como a su esposo Bártoli, aseguraron los voceros consultados.
Además, el fiscal dirá en base a la declaración de tres testigos que Carrascosa se mostró después de ver el partido de fútbol y del crimen en el club house del country para que después no se sospechara de él, si bien el viudo asegura que esta tarde nunca fue a ese lugar.
Lo que es una incógnita es si el tribunal considerará que estas pruebas son suficientes para dictar una condena, ya que durante el debate oral no surgieron otras que relacionen con el homicidio ni a Carrascosa ni al matrimonio y no hay testigos que los hayan visto a la hora del crimen en la casa.
Por esa razón, se estima que Molina Pico dirá que las pruebas no pudieron ser halladas debido a que por orden de Carrascosa, varios miembros de la familia y otros allegados realizaron una serie de maniobras con la intención de encubrir el homicidio.
Aquí el fiscal incluye, ente otros hechos, haber tramitado un certificado de defunción falso, intentar cremar el cadáver, arrojar la famosa "bala-pituto" por el inodoro, tapar los agujeros de los proyectiles con pegamento y maquillar el cuerpo para que nadie advirtiera el homicidio en el velatorio.
También intentar frenar el ingreso de la Policía mediante el pago de una coima, limpiar manchas de sangre de la escena del crimen, intentar hacer desaparecer ropa ensangrentada.
En ese sentido, es probable que el fiscal acuse al viudo por homicidio agravado por el vínculo, que prevé prisión perpetua, y en forma alternativa por el encubrimiento, que tiene una pena de hasta seis años, tal como lo hizo cuando pidió la elevación a juicio del expediente.
En caso de que esto ocurra, la defensa de Carrascosa tiene previsto argumentar ante el tribunal que ese planteo es inconstitucional porque no se puede acusar a alguien de un homicidio y de su propio encubrimiento y pedirá la absolución del acusado.
