"A pesar de los esfuerzos en la tarea social, de que bajó mucho el desempleo y hay mejoras económicas, no nos podemos quedar quietos ante una inequidad fuerte, cuando hay situaciones urgentes, cuando la brecha entre ricos y pobres es del 30 por ciento y hay 17 por ciento de exclusión social", señaló el obispo.
En ese sentido, Casaretto sostuvo que "todavía no hemos salido de la crisis" y convocó a los miembros de ADEPA a preguntarse cuál es la contribución que pueden realizar los medios de comunicación en una sociedad "cada vez más fragmentada y con una inequidad escandalosa".
El prelado volvió a utilizar la calificación de "escandalosa" para referirse a la inequidad, tal como lo hizo semanas atrás el titular del Episcopado, cardenal Jorge Bergoglio, ante sus pares en la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, que concluyó ayer en Aparecida, Brasil.
"¿Cómo hacemos para que desde lo cotidiano se pueda trabajar por el bien común y cuál es el plus para crecer en democracia?", interrogó el obispo en su exposición, en la que también se refirió al "flagelo de la droga" que preocupa a la Iglesia.
Por otra parte, el titular de la Pastoral Social criticó, pero sin nombrarlas explícitamente, a "las dictaduras" de América Latina que "mandan a la Iglesia a rezar para que no se meta en los problemas sociales".