La lista, interminable, es por el repetido incumplimiento de los horarios, la falta de mantenimiento, limpieza del material rodante y de la infraestructura (vías y señales), que obliga a la gente a viajar hacinados y expuestos al peligro de sufrir accidentes.
También se suma el mal trato de los empleados de la empresa, en este caso Metropolitano, a los pasajeros que tienen que soportar insultos y discriminaciones.
Además del mal funcionamiento de los trenes se viene denunciando el incremento del número de accidentes en sus ramales en los últimos meses, como consecuencia de la falta de mantenimiento y de la desinversión por parte de la empresa concesionaria.
Otra de las quejas de los usuarios es que nunca se les informa en que plataforma sale una determinada formación o los hacen movilizar de un andén a otro sin saber si el tren que toman partirá hacia su destino.
Todo estas denuncias son insistentemente declaradas por La Defensoría del Pueblo, que en reiteradas ocasiones le exigió al gobierno Nacional y a la secretaria de Transporte a cargo de Ricardo Jaime la quita de la concesión del servicio a la empresa Metropolitano.
Luis Viviant
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