La policía ingresó al domicilio ante un llamado de vecinos y familiares, y con el permiso de un sobrino del anciano.
Efectivos de la comisaría 6ta. de Carapachay encontraron a Flores muerto en su cama, boca arriba, maniatado y con el rostro tapado con una almohada.
El anciano presentaba, a simple vista, golpes en la cara y la cabeza y llevaba al menos 12 horas de fallecido, según la estimación que hizo el médico de Policía Científica que examinó el cadáver en la escena del crimen.
La policía encontró la mesa del living comedor preparada con dos individuales y servida con una docena de medialunas y varias mermeladas, como para un desayuno o una merienda.
La principal hipótesis de los investigadores es que el asesino es un conocido al que la víctima invitó o dejó pasar a su casa, donde no se encontraron puertas o ventanas forzadas.
“Tenemos algunos testimonios que nos dicen que el hombre solía recibir frecuentes visitas de jóvenes de entre 20 y 30 años. La investigación está centrada en identificar a esos sospechosos”, dijo a Télam un jefe policial.
El caso es investigado por la fiscal Cecilia Chaieb, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Vicente López Oeste, la comisaría de Carapachay y detectives de la Subdelegación Departamental de Investigaciones (Sub DDI) de Vicente López.