Si bien los trabajadores brindaron servicio el pasado fin de semana, quedaron en estado de alerta para la próxima jornada, debido a la falta de tratativas con la AFA.
Incluso habían adelantado que en caso que las autoridades afistas persistan "en su silencio o negativa", profundizarán las medidas de acción gremial, lo que pondría en jaque la realización del Boca-River del domingo 23 de septiembre, por la Superliga.
Este gremio cerró un acuerdo paritario del 15 por ciento a principios de año y, como la inflación superó ampliamente esa cifra, quiere reabrir la negociación con la casa madre del fútbol argentino pero todavía no existe un entendimiento.