La investigación se inició cuando un hombre de 61 años denunció que recibió un llamado de una amiga de su hija -una señora que él conocía-, quien le pidió ayuda para escapar de un sótano donde la tenían secuestrada.
De inmediato, las autoridades dieron intervención a la UFI de Trata de Tigre y luego, dada la gravedad de la denuncia, a la Fiscalía Federal a cargo del fiscal federal Sebastián Basso.
La investigación del caso permitió descubrir el engaño, como así también identificar a l
a falsa víctima de secuestro y conocer el domicilio desde donde se realizaba el ardid delictivo.
Según se supo, el hombre conocía a la mujer y, en ocasiones anteriores, le había entregado 80 mil pesos para la compra de medicamentos.
La estafadora le había hecho creer que estaba enferma, que tenía varias propiedades edilicias y que le devolvería el dinero, incluso que sería beneficiario de sus bienes.
Sin embardo, la simulación del secuestro permitió desenmascarar a la impostora y capturarla antes de que pudiera exigir dinero a cambio.