Además, explicó que “las acciones de fiscalización que llevamos adelante buscan que todos ejerzan su actividad en igualdad de condiciones, tributando lo que les corresponde”, y sostuvo que “incorporar estos contribuyentes a la economía formal nos permite ampliar el padrón de inscriptos y avanzar hacia un sistema más equitativo, que favorezca la competencia leal y una menor presión impositiva”.
La mayor parte de las personas y empresas que estaban en situación irregular y tuvieron que inscribirse en Ingresos Brutos registraban actividad en el área de servicios, ya sea personales (diferentes oficios), inmobiliarios (alquileres por cuenta propia y subalquileres), de salud (enfermeros, anestesistas, instrumentistas, masajistas, nutricionistas, etc.), jurídicos y contables, así como profesionales de otros ramos.
En menor medida, también se detectaron infractores en el rubro del transporte; enseñanza; industria; agro, ganadería y pesca; edición y comunicación; hoteles y restaurantes, entre otras actividades.
Respecto a la distribución territorial, 1.354 de los contribuyentes que evadían Ingresos Brutos residen en La Plata; 976 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; 737 en La Matanza; 713 en San Isidro; 666 en Vicente López; 513 en Lanús; 435 en Lomas de Zamora; 434 en Quilmes; 424 en Morón; 361 en General Pueyrredón; 359 en Avellaneda; 348 en Tigre y 315 en Tres de Febrero, en tanto que los demás habitan en el resto de los distritos bonaerenses.