Según el relato de familiares, todo ocurrió cuando la pareja discutió y Cabral roció con alcohol a su pareja, para luego prenderla fuego, dentro de una vivienda ubicada en Murillo al 1800, entre Albariños y Azurduy, en la localidad de Pontevedra.
La joven intentó apagar las llamas con una canilla y finalmente pudo hacerlo con ayuda de allegados, que luego la trasladaron al Hospital de Pontevedra, aunque luego fue derivada al Hospital Municipal Eva Perón, en Merlo.
Mientras Cabral fue detenido, Vázquez fue sometida a varias operaciones, hasta que su estado se agravó y murió en las primeras horas de este miércoles.
El detenido, que según trascendió alegó que su novia se prendió fuego asimismo, estaba acusado por "homicidio en grado de tentativa en contexto de violencia de género".
Con la muerte de la joven, la causa se recaratuló como "homicidio agravado" por el vínculo.
Antes de que quede internada, el novio le habría dicho a la joven que dijera que se trató de "un accidente".
El director del centro de salud, Daniel Capello, ya había informado que el estado de salud de la joven era "complicado".
"Llegó con el 80 por ciento del cuerpo quemado. Se hicieron las maniobras de primeros auxilios y se le realizó una intubación porque tenía comprometida la vía aérea superior", indicó.
La joven estaba internada en terapia intensiva, sedada y con un respirador médico.
Según trascendió, el novio le habría recriminado a la joven que las empanadas que había cocinado tenía mala calidad.
La familia de la joven aseguró que el novio era violento, ejercía violencia psicológica sobre la víctima y tenía antecedentes de golpeador.
Tomó intervención en la investigación del caso el doctor Marcelo Néstor Papávero, fiscal de la Unidad Funcional 4 del departamento judicial de Morón.
