Para perpetrar el ataque cibernético, un ladrón necesita tener acceso físico a un cajero automático y usará malware, herramientas de piratería física, o ambos, para tomar el control de la máquina y obligarla a despachar todo el dinero que contiene en su interior rápidamente.
Los delincuentes han podido encontrar vulnerabilidades en instituciones financieras con bajas medidas de mitigación de riesgos y en equipos desactualizados.
Se reportaron al menos seis ataques en la última semana. Los ladrones han robado más de $ 1 millón de dólares en ataques hasta el momento.
Ataques "jackpotting" similares se extendieron por Latinoamérica el año pasado. En los últimos meses, la actividad en torno a la piratería y la piratería de cajeros automáticos se ha disparado.
Jacinto S. Gonzalez
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