El funcionario también indicó que se tienen registrados 45 edificios que colapsaron total o parcialmente, en seis de los cuales se considera que hay personas atrapadas.
Poco antes, el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, estableció como prioridad el rescate de personas atrapadas en los derrumbes y la atención a los heridos por el terremoto.
"La prioridad en este momento es continuar el rescate de quienes aún se encuentran atrapados y dar atención médica a los heridos", declaró Peña Nieto en un mensaje en cadena nacional tras un recorrido por algunos puntos de Ciudad de México.
Uno de los edificios colapsados es el Colegio Enrique Rebsamen, en donde al menos 20 niños y dos adultos murieron y otras 38 personas están desaparecidas por el derrumbe del establecimiento escolar, ubicado en el sur de Ciudad de México.
El presidente mexicano Enrique Peña Nieto se hizo presente en el lugar junto al jefe del Gobierno de Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, antes de hablar en cadena nacional, y aclaró que son 30 menores y ocho adultos los que están desaparecidos, según despacho de EFE.
Peña Nieto informó también que más de 500 miembros del Ejército y de la Secretaría de Marina, así como 200 de Protección Civil, tratan de encontrar sobrevivientes entre las ruinas donde 14 niños ya fueron sacados con vida de los escombros.
Ante la magnitud de la catástrofe, el Gobierno mexicano ordenó tanto a hospitales públicos como privados recibir a los heridos, así como la gratuidad de los servicios de transporte públicos.
El movimiento telúrico también causó numerosos cortes en el servicio eléctrico, afectando a 3,8 millones de personas, fugas de gas e interrumpió el servicio de telefonía.
Las actividades escolares fueron suspendidas hasta nuevo aviso en la Ciudad de México y en los estados de México, Guerrero Hidalgo, Morelos, Puebla, Veracruz y Tlaxcala.
El sismo, que causó numerosas escenas de pánico, coincidió con el 32 aniversario del poderoso terremoto que provocó miles de muertos en 1985 y apenas dos horas después de un simulacro de un movimiento telúrico en todo el país.
También ocurrió solo unos días después de que el 7 de septiembre otro poderoso terremoto, de 8,2 grados de magnitud, el más fuerte desde 1932, dejó 98 muertos en el sur del país; 78 en Oaxaca, 16 en Chiapas y 4 en Tabasco.