El secuestro ocurrió alrededor de las 16 del martes pasado, cuando María Gabriela Fernández (52) llegaba para una sesión de terapia al domicilio de su psicóloga, en la calle Arenales al 2700, de la localidad de Florida.
Fernández había estacionado su camioneta y estaba guardando su cartera en el baúl, cuando fue sorprendida por cuatro delincuentes armados que la amenazaron, redujeron y obligaron a subir a un automóvil, al parecer un Toyota Corolla, según la descripción de la mujer.
Las fuentes señalaron que la mujer denunció que los secuestradores la golpearon con sus armas y la amenazaron en forma constante e incluso le dijeron “si estabas con tus hijos, te los matamos”.
Los delincuentes obligaron a la cosmetóloga a darles el número de teléfono de su marido, médico de profesión, y comenzaron así los llamados extorsivos pero con "una nueva y preocupante modalidad" para los investigadores de secuestros.
“Cada vez que necesitaban hacer un llamado al marido, paraban el auto y uno se bajaba para arrebatarle un celular a algún peatón en la calle. Usaban el teléfono y lo descartaban. Así cada vez que hacían una llamada”, explicó a Télam uno de los investigadores del caso.
De esa forma, los secuestradores se garantizaban que si la Policía estaba monitoreando el secuestro no pudiera hallarlos mediante el sistema de geolocalización con las antenas de telefonía celular, dado que cada vez que llamaban usaban una línea nueva y cuando la intervención telefónica estaba pedida y concedida, ese celular ya había sido descartado.
Los secuestradores mantuvieron a la víctima en el auto en movimiento durante el tiempo que duró el cautiverio por el Acceso Norte y la avenida General Paz y, al cabo de dos horas, acordaron el pago de un rescate en el barrio porteño de Liniers.
El marido de Fernández entregó 20.000 pesos y 2.000 dólares -un total de 55.000 pesos-, y la mujer fue liberada en la misma zona.
El caso es investigado por el fiscal Martín Gómez, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Vicente López Este, de la justicia ordinaria, porque en principio se pensaba que podía ser sólo un asalto con privación ilegítima de la libertad, aunque por los llamados extorsivos y el pago del rescate, la causa será girada en las próximas horas a la Justicia Federal de San Isidro.
