Según informaron los voceros, Ojeda se negó a declarar y en la audiencia sólo le leyeron sus derechos y la acusación que pesa sobre él, de homicidio calificado por el vínculo por haber sido supuestamente pareja de la víctima.
La detención del acusado se realizó anoche y estuvo a cargo de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Morón, con apoyo de la comisaría tercera de Merlo y personal policial de San Isidro, quienes ayudaron con el ingreso a la villa La Cava, lugar donde se ocultaba Ojeda.
La detención, -según los informantes- se dio tras una serie de pericias, entre ellas las imágenes de la cámara de seguridad ubicada frente a la casa de la víctima, situada en la calle 25 de Mayo al 4900, en el mencionado distrito de la zona oeste del Gran Buenos Aires.
Lo que se pudo determinar por las imágenes es que Ojeda había ingresado a la casa de Aguilera, cerca de las 3 de la madrugada del lunes, horario en el que habría ocurrido el crimen, y luego a la media hora salió corriendo y dobló en la calle Lautaro, agregó un vocero a cargo de la investigación policial.
El detenido luego de la audiencia fue trasladado a la Unidad Penitenciaria 39 del partido bonaerense de Ituzaingó, en donde permanecerá alojado hasta una nueva indagatoria.
La causa es llevada adelante la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 10, del Departamento Judicial de Morón, a cargo de la fiscal de Violencia de Genero, Paula Hondeville.
La joven fue encontrada muerta luego de que personal del Comando de Patrulla de Merlo arribara al lugar a raíz de un llamado al número de emergencias 911, informaron fuentes policiales y judiciales a Télam.
Allí, los efectivos se entrevistaron con el padre de la joven, llamado Néstor Aguilera (48), que reside en la casa lindera a la de su hija, y quien les contó que minutos antes escuchó llorar a su nieta de 4 años en el patio de su casa.
Según las fuentes, el hombre se acercó a la vivienda de Florencia y observó que la puerta de entrada estaba abierta, por lo que ingresó a ver qué pasaba.
Al entrar al inmueble, Aguilera encontró a su hija muerta al lado de la cama y con una bufanda alrededor del cuello, tras lo cual dio aviso al 911.
Personal de Policía Científica realizó los peritajes correspondientes en la escena del crimen y constató que en las puertas y ventanas no había signos de violencia.
Según los médicos forenses, Aguilera murió de asfixia en una maniobra de estrangulamiento a lazo con la bufanda que tenía enroscada con dos vueltas al cuello.
“El surco de ahorcadura en el cuello coincide con el ancho de la bufanda. La prenda fue el arma homicida”, dijo a Télam uno de los investigadores.
La autopsia también reveló que la víctima presentaba un embarazo de seis meses, motivo que los pesquisas analizaban si guardaba relación con el móvil del crimen.
Según informaron fuentes judiciales, la víctima anteriormente había radicado una denuncia en la comisaría de la mujer de Merlo por violencia familiar.
A raíz de esa denuncia, el Juzgado de Familia 7 de Morón había dispuesto una prohibición de acercamiento para un hombre que vive en la localidad de Pontevedra, también en el partido de Merlo.
Este fue el segundo femicidio de una joven embarazada en menos de un mes cometido en el partido de Merlo, ya que el 15 de julio Camila Castell (18) fue baleada en la espalda por su ex pareja, identificada como Mario Díaz (30), aunque pudo dar luz a un bebé de ocho meses gestación.
A raíz de ese ataque también murió 12 días después el actual novio de la muchacha, llamado Ezequiel Franco Luis Reynoso (18), el cual había recibido dos balazos en la cabeza.
