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Pocos votantes y al menos siete muertos en una jornada electoral que el chavismo calificó como de “gran normalidad”

La máxima autoridad electoral de Venezuela calificó como de “gran tranquilidad” y “gran normalidad” la jornada de hoy, en la que se realizaron las elecciones de constituyentes convocadas por el oficialismo y desconocidas por la oposición, en medio de protestas callejeras e incidentes que dejaron al menos siete muertos.
“Este hermoso día de elecciones ha venido transcurriendo con gran tranquilidad, con gran normalidad, como lo habíamos anunciado, como lo hemos dicho”, afirmó la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena.

La funcionaria admitió la existencia de “algunos focos de problemas”, pero aseguró que todos ellos fueron solucionados, según un reporte de la agencia de noticias DPA.

Al margen de los episodios de violencia, la novedad del día fue la “guerra” de fotografías y videos entre simpatizantes del chavismo y la oposición, deseosos de demostrar el éxito y el fracaso de la convocatoria oficial a las urnas, respectivamente.

Unos 19,4 millones de venezolanos estaban habilitados para escoger a 364 constituyentes territoriales y 181 sectoriales, pero el proceso fue cuestionado por 72,2% de los ciudadanos, según una encuesta de la firma Datanálisis divulgada ayer, y la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) llamó a no asistir a las urnas y no presentó listas de candidatos.

Sin datos oficiales hasta esta noche, la probable concurrencia a los centros de votación había sido vaticinada en 25% por Datanálisis y en 10% por el politólogo chavista disidente Nicmer Evans.

El proceso electoral transcurrió entre el clima de protestas y de represión, que se convirtió en el escenario usual de Venezuela en los últimos cuatro meses.

En Caracas, la oposición llamó a sus simpatizantes a concentrarse en la principal autopista de la ciudad, la Francisco Fajardo, pero tropas de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB, policía militar) y la Policía Nacional Bolivariana (PNB) los sorprendieron en los cinco puntos de la ciudad en los que se habían dado cita previamente y los reprimieron con balas de goma, bombas de gas lacrimógeno y chorros de agua.

En tanto, en los 23 estados federados hubo “trancazos” (bloqueos de calles y avenidas) que también dieron lugar a choques con efectivos militares y policiales. En la capital como en las regiones hubo numerosos cacerolazos de protesta contra las autoridades centrales.

En ese contexto se reportaron diversos incidentes, como el incendio de al menos tres ómnibus que según medios locales utilizaba el oficialismo para trasladar ciudadanos a centros de votación y el destrozo de material electoral, acerca de lo cual el Ministerio Público (MP) informó que investigaba al menos dos casos.

Asimismo, el MP reportó que al menos siete personas murieron en diversos incidentes durante la jornada, lo que elevó a 118 su cómputo de la cantidad de víctimas fatales como consecuencia de las protestas callejeras que vienen realizándose casi cotidianamente desde principios de abril, que también dejaron más de 1.500 heridos.

En la mayoría de los casos se trató de ciudadanos que protestaban contra el gobierno y fueron baleados en la cara, pero también cayó un efectivo de la GNB y, anoche, un candidato a constituyente, según los datos del MP.

El presidente Nicolás Maduro convocó la asamblea constituyente no para que reforme la carta magna vigente -que es la que surgió de la reforma impulsada en 1999 por el entonces presidente Hugo Chávez- sino para que redacte una nueva.

Los principales cuestionamientos al proceso constituyente se relacionan con el sistema de representación corporativa elegido para varios de sus integrantes y con el hecho de que no esté avalado por un referendo, tal como lo exige la Constitución que rige hoy.

Por detrás de esas críticas, la oposición teme también que a partir de su poder “originario”, la asamblea constituyente extienda el mandato de Maduro -que vence en enero de 2019- y aplace las elecciones para designar a su sucesor.

Tras perder holgadamente en diciembre de 2015 las elecciones para la renovación del parlamento, el chavismo denegó la realización de un referendo revocatorio del mandato de Maduro; postergó, hasta ahora sin fecha, los comicios de gobernadores que debieron efectuarse a fines de 2016, y aún no publicó el cronograma electoral de este año, que debería incluir también elecciones de alcaldes.

El proceso constituyente también fue rechazado por 98% de los más de 7,5 millones de venezolanos que votaron en la consulta popular no vinculante realizada hace dos semanas por decisión de la mayoría opositora del parlamento.

Además, buena parte de la comunidad internacional pidió a Maduro que desistiera de la iniciativa y algunos países -a los que se sumaron hoy la Argentina y Perú- anunciaron que no reconocerán el resultado de los comicios.

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