Consultado sobre el anuncio en una conferencia de prensa en Moscú, el canciller ruso, Serguei Lavrov, dijo que no tenía "una confirmación al 100% de la información".
El líder del EI ya fue dado por muerto en varias ocasiones, pero todas esas versiones resultaron no ser verdaderas.
El último mensaje grabado de Al Baghdadi se difundió el 3 de noviembre pasado, con una exhortación en la que el líder yihadista urgió a sus seguidores a resistir en Mosul una gran ofensiva lanzada semanas antes, y que aún está en curso, por fuerzas iraquíes sobre esa ciudad norteña, principal bastión del EI en Irak.
Un vocero de la coalición encabezada por Estados Unidos dijo que no podía confirmar la información, y lo mismo señalaron portavoces de las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), una alianza de combatientes liderada por kurdos que está atacando Al Raqqa desde el 6 de junio con apoyo aéreo de la coalición.
"Según informaciones que recibimos y están siendo verificadas por diversos canales, el líder del Estado Islámico, Abu Bakr al Baghdadi, se hallaba en la reunión de jefes del EI" atacada por la aviación rusa el 28 de mayo "y fue aniquilado por el ataque" de los aviones rusos Su-35 y Su-34, dijo el Ministerio de Defensa ruso.
En el ataque "también fueron liquidados otros altos jefes del grupo terrorista, integrados en el llamado consejo militar del EI, además de 30 comandantes de rango medio y unos 300 guerrilleros", agregó la cartera en un comunicado, según informó la agencia de noticias EFE.
La aviación rusa bombardeó a los yihadistas después de que sus aviones no pilotados confirmaran el lugar y la hora de la reunión de los jefes del EI.
Los militares estadounidenses que dirigen la coalición internacional para luchar contra el EI en Siria e Irak, fueron informados por Rusia antes del ataque, agregó el Ministerio de Defensa.
El anuncio ruso de la muerte de Al Baghdadi llega en momentos en que el EI sufre fuertes reveses en los que ha perdido extensos territorios, incluyendo la mayor parte de Mosul.
Funcionarios estadounidenses y activistas sirios han dicho que numerosos líderes del EI han huido en meses recientes de Mosul y Al Raqqa a Mayadeen, una remota localidad en el corazón del territorio controlado por el grupo, el valle del río Éufrates, cerca de la frontera con Irak.
Su redespliegue podría ampliar la capacidad de los yihadistas de causar estragos en la región y más allá en los meses venideros.
La semana pasada, el grupo se atribuyó un ataque en Teherán contra el Parlamento iraní y contra el mausoleo del líder revolucionario ayatollah Ruhollah Khomeini en el que 17 personas murieron y otras 50 resultaron heridas.
También reivindicó el ataque del 3 de junio último en Londres, que dejó ocho muertos.
Ambas acciones ocurrieron después de la presunta fecha de muerte de Al Baghdadi.
En su conferencia de prensa, Lavrov dijo que las noticias sobre la muerte de líderes de grupos extremistas islámicos siempre "hacen mucho ruido" sin que esto repercuta en el funcionamiento de las organizaciones bajo su mando, que no tardan en "recuperar su capacidad de combate".
El anuncio de la posible muerte de Al Baghdadi llega además cuando están a punto de cumplirse tres años de que se declarara líder del EI y proclamara un "califato" gobernado por el grupo en Irak y Siria, en un ya famoso discurso desde una histórica mezquita de Mosul.
En caso de confirmarse, la muerte de Al Baghdadi sería un gran éxito para Rusia, que lleva a cabo una operación militar en Siria desde septiembre de 2015 en apoyo al gobierno del presidente Bashar al Assad.