El directivo dijo que “mientras los mercados más importantes del mundo se cierran para proteger a sus industrias, la Argentina decide abrirse y poner a las pymes a competir con producción extranjera, medida que va a terminar por destruir miles de puestos de trabajo”.
“La apertura de importaciones golpea con fuerza a los fabricantes nacionales del sector, que no pueden competir en igualdad de condiciones con la producción china, en la cual el costo total del producto terminado equivale al valor de los insumos en la Argentina”, alertó.
Así, evaluó: “Este proceso de apertura de mercado ya lo sufrimos las pymes en la década del '90, cuando nos pusieron a competir con la industria extranjera, en una relación asimétrica que no pudimos enfrentar y terminaron cerrando miles de empresas nacionales”.
“Es imperioso ir hacia al ordenamiento de la estructura productiva del país con un plan de largo plazo, que convierta en atractivos y viables los planes de negocios y de inversiones, fomente la competitividad y genere empleo genuino”, subrayó.
Perelmuter analizó: “Las medidas de Gobierno deben tender a corregir lo que está mal, pero sin destruir una industria incipiente”.