La Cámara de Diputados había convertido en ley el nuevo impuesto a las Ganancias, acordado por el Gobierno con la CGT y las provincias.
Esa modificación elevó el mínimo no imponible y actualizó las escalas del impuesto a las ganancias, para quitarle presión fiscal a un sector de los trabajadores.
La iniciativa se aprobó con 167 votos positivos, cinco negativos -de los bloques de izquierda- y tres abstenciones, entre los que se contaban los diputados por San Luis.
La reforma eleva el mínimo no imponible a 37.000 pesos brutos (30.500 de bolsillo) para casados con dos hijos y a 27.941 pesos brutos (23.200 de bolsillo) para solteros.
La idea planteada por la oposición -que abrió el debate- fue aliviar el costo de los trabajadores que seguirán alcanzados por este gravamen.