Pesce, que también es coordinadora Académica Asistencial del Servicio de Diagnóstico e Intervencionismo Mamario de Diagnóstico Maipú, destacó que, como octubre es el mes de sensibilización sobre el Cáncer del Mama, es importante conocer más sobre la prevención, ya que este y otros daros “pueden salvar vidas”.
Según cifras publicadas por el Instituto Nacional del Cáncer (INC), se producen 5.600 muertes al año por Cáncer de Mama. Se estima que se producirán más de 19.000 nuevos casos por año, lo cual representa el 16,8% del total de incidencia de Cáncer en Argentina.
En el país se presenta una gran diferencia en la tasa de mortalidad entre diferentes provincias. Jujuy y Santiago del Estero están entre las que tienen un índice más bajo, mientras que San Luis y la Ciudad de Buenos Aires son los lugares en donde se da una mayor mortalidad.
Las tasas de mortalidad por Cáncer de Mama más elevadas se dan entre los 50 (41,6 cada 100.000 mujeres) y los 80 años o más (215,8 cada 100.000 mujeres).
“La mama, al igual que el resto del cuerpo humano, está constituida por miles de células. Estas células normalmente tienen un crecimiento y multiplicación ordenada. Cuando ese crecimiento se altera, las células comienzan a multiplicarse desordenadamente y dan lugar a la formación de un tumor, el cual puede ser benigno o maligno. El maligno es el que se conoce como Cáncer de Mama”, explicó la especialista.
Pesce remarcó que “en la mayoría de los casos de cáncer de mama, se desconoce por qué las células comienzan a crecer desordenadamente. Se cree que mucho influyen los factores ambientales, radiaciones, estrés, alimentación rica en grasas y carbohidratos, etc”.
“Este crecimiento desordenado de las células también puede obedecer a que hemos heredado de alguno de nuestros padres una falla genética en las células y por ello, al estar expuestas ante un estímulo desfavorable, las células comienzan a crecer desordenadamente dando lugar al cáncer de origen genético. Éste tipo de cáncer en la mama obedece a menos del 5% de los casos de cáncer de mama diagnosticado”, explicó.
.
Signos de alerta
El signo clínico más frecuente y conocido es un nódulo o “bulto” palpable en la mama -y menos frecuente en las axilas- que ocasiona alarma y consulta por parte de las mujeres, pero existen otros sobre los que ellas deberían tener conocimiento, como por ejemplo:
• Piel con un aspecto similar a la cáscara de la naranja, aumento del tamaño de la mama muy marcado con respecto a la otra, enrojecimiento de la piel, aumento de la temperatura de la mama, que puede ser debido a una forma especial de cáncer de mama denominado “carcinoma inflamatorio”.
• La descarga o secreción por el pezón fuera de la lactancia debería ser motivo de consulta al mastólogo. La presencia de sangre siempre debe constituir un motivo de alarma.
• Si el pezón “pica”, es decir, si la paciente siente prurito o picazón en el pezón o si observa cambio en el color o erosión sobre el mismo, debería consultar porque este puede ser el único signo de presentación de un tipo especial de cáncer de mama que se llama “Enfermedad de Paget”.
• Otro signo de alarma puede estar asociado a la desviación del pezón o que el mismo esté hundido, fundamentalmente cuando este hundimiento es un cambio nuevo en esa mama. No hay que confundir esta manifestación con otra entidad que es muy frecuente en la práctica clínica, denominada “pezones invertidos”, donde uno u ambos pezones están hacia adentro.
“Desde la Sociedad Argentina de Mastología brindamos información sobre todos los signos y síntomas de alarma y abogamos por un autoconocimiento del cuerpo. Además, sugerimos realizar un control clínico de las mamas por sus médicos en forma anual”, sostuvo la especialista, que también Coordinadora de la SubComisión de Relaciones con la Comunidad y ONGS de la SAM (Sociedad Argentina de Mastología).
