La secuencia inició en Tigre centro, cuando los dispositivos de video vigilancia del lugar registraron el momento en el que un hombre servía un trago a otro. Este último se dirigió a su Mini Cooper y emprendió marcha. La central de monitoreo del Centro de Operaciones Tigre logró localizarlo en Avenida Liniers y Puente Lima y se alertó a los efectivos policiales para que lo detuvieran.
Tras interceptarlo e identificarlo, las autoridades confirmaron que el sujeto pertenecía al cuerpo del Servicio Penitenciario Federal. El control de alcoholemia al que fue sometido indicó que tenía 0.33 gramos de alcohol en sangre y, debido a que su licencia de conducir profesional exige al titular del vehículo no circular con valores superiores a 0, el mismo fue retenido. Por otro lado, dentro del automóvil se encontró un arma.
El infractor fue juzgado y sancionado por la subsecretaría de Faltas del Municipio de Tigre, con una condena de 1.000 Unidades Fijas y la obligación de concurrir al curso de Re-educación Vial que se dicta en la misma subsecretaría. En tal sentido, cabe mencionar que Tigre se encuentra a la vanguardia en prevención, control y sanción y fue el primer municipio de la Provincia de Buenos Aires en contar con el mencionado taller.
Por otro lado, la incorporación en sentencias de alcoholemia, faltas graves y reincidencia en el curso, tiene por objetivo concientizar a todos aquellos conductores que se apartaron de la normativa vigente en materia de tránsito.
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