En junio de 2012, seis meses después de haber asumido su segundo mandato y con el cepo al dólar ya vigente, Cristina Kirchner había anunciado que pasaría a pesos sus ahorros en dólares, al considerar que tener un plazo fijo en moneda nacional era “más rentable”.
Se trataba de un plazo fijo de 3.066.632 de dólares, que pasaron a ser unos 13.646.512 pesos con el tipo de cambio de ese momento fijado en 1 dólar igual a 4,5 pesos.
“Como no tengo confianza es que decidí volver a dolarizar lo que en 2012 había pesificado”, sostuvo la exmandataria al argumentar su decisión de volver a la divisa norteamericana.
Según señaló Cristina Kirchner, ya “perdió” con la devaluación propiciada por la administración de Cambiemos aunque, en rigor, parte de esos ahorros ya se le habían licuado con las microdevaluaciones durante su propia gestión y también con la que implementó el exministro de Economía, Axel Kicillof, en enero de 2014, cuando la paridad cambiaria saltó de de 6,5 a 8,5 pesos.
Según los cálculos, sus 13.646.512 de pesos podrían haber trepado en diciembre de 2015, cuando dejó la Presidencia, a unos 23 millones de pesos mediante la tasa de ganancia que le otorgaron las sucesivas renovaciones del plazo fijo.
No obstante, con la devaluación del peso durante el período de junio de 2012 a la liberación del cepo (el dólar pasó de costar 4,5 a 14,5), esos 23 millones de pesos le permitieron comprar unos 1,8 millones de dólares, con lo cual la exjefa de Estado habría perdido cerca de 1,2 millones de dólares.
