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Argentina perdió por penales ante Chile, otra vez, y estiró su sequía en la Copa América Centenario

En una final casi calcada a la que disputaron en 2015 en Santiago, Chile le ganó por penales (4-2) a la Argentina, tras igualar 0 a 0 en el tiempo regular y el alargue, y se consagró campeón de la Copa América Centenario en el estadio Metlife de Nueva Jersey.
De esta manera, el elenco trasandino logró su segundo título consecutivo, otra vez de la mano de un argentino, Juan Antonio Pizzi, luego del logrado el año pasado por Jorge Sanpaoli.

En tanto, el conjunto albiceleste continúa sin poder quebrar su maleficio en campeonatos de mayores, ya que desde 1993 que no gana un título, por más que cuente en sus filas con el mejor jugador del mundo, Lionel Messi, que este domingo cumplió un partido correcto, pero falló un penal en la definición.

El encuentro en Nueva Jersey fue muy friccionado de principio a fin, con mucho corte de juego y un expulsado por equipo, Marcelo Díaz en Chile, a los 28 minutos del primer tiempo, y Marcos Rojo en Argentina, a los 42 de la misma etapa.

Los dos conjuntos alternaron el dominio y contaron con chances, aunque Chile pareció estar más disminuido desde lo físico, sobre todo en el final, algo que Argentina no supo aprovechar.

En líneas generales, al conjunto dirigido por Gerardo Martino -¿sigue?- se lo vio más atado que en presentaciones anteriores, sin el juego vertical que le permitió golear a Venezuela y los Estados Unidos.

En tanto, Chile volvió a ser un equipo duro, compacto, que mostró carácter y nuevamente jugó de igual a igual frente a la Argentina, dejando atrás un largo historial negativo entre ambas selecciones.

Ya en la definición por penales, el remate muy desviado del astro Messi, primer ejecutor argentino, fue una postal de las sensaciones que parecieron marcar a una Selección que volvió a quedarse en las puertas de la consagración en una nueva final.
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Noventa minutos intensos y con opciones para los dos.
Cuando el partido recién comenzaba, en apenas 15 segundos de juego, Ever Banega sorprendió a propios y extraños, con un remate de media distancia, que pasó muy cerca del palo derecho del arco defendido por Claudio Bravo.

Con el correr de los minutos, el juego se hizo friccionado, y las buenas intenciones de ambos se diluían al llegar a tres cuartos de cancha.

Dentro de ese panorama, Argentina era un poco más preciso y ambicioso, obligando a los futbolistas chilenos a cortar con infracciones, sobre todo las incursiones ofensivas de Messi.

En una de esas jugadas encabezadas por el crack rosarino, a los 16 minutos, Díaz lo derribó con un fuerte golpe desde atrás, lo que le valió la tarjeta amarilla.

El propio Messi se hizo cargo de la falta, pero su zurdazo llegó débil tras superar la barrera y Bravo no tuvo problemas para embolsar la pelota.

Cuatro minutos más tarde, Higuain presionó a Medel en la salida, le robó el balón y encaró al arquero, pero tardó en definir, picó la pelota y el balón terminó saliendo pegado a un palo, ante el desesperado intento de rechazar del “Pitbull”, quien ya se había rehecho tras su error.

Argentina seguía siendo levemente superior y a los 23 contó con otra chance, por intermedio de Otamendi, quien logró superar la marca y cabecear, aunque sin puntería, luego de un tiro libre ejecutado por Messi.

Cuando se jugaban 27 minutos, Messi ensayó otra corrida larga y –hábilmente- forzó a Díaz a cortar su carrera con una falta que le valió la segunda tarjeta amarilla y por consiguiente la expulsión.

Sin embargo, el combinado “albiceleste” no supo aprovechar la inferioridad numérica de su rival, que se cerró unos metros más cerca de la valla defendida por el arquero de Barcelona.

Mientras no lograba encontrarle los caminos al partido, y cuando la primera parte estaba cerca de culminar, Argentina también se quedó con un futbolista menos, por la expulsión de Rojo.

En este caso pareció ser una decisión exagerada del árbitro brasileño Lopes, ya que, si bien Rojo le entró fuerte a Vidal, era una jugada sólo merecedora de amonestación.

Ya en el complemento, Chile pareció crecer en los primeros minutos, pero, pese a tener más la pelota que Argentina, tampoco le alcanzaba para profundizar ni para arrimar peligro a la valla defendida por Romero.

A los 11 minutos, y luego de una serie de rebotes, Isla apareció pisando la medialuna del área y sacó un violento derechazo, rasante, que salió a un metro del palo derecho del arco argentino.

En tanto, y ante la pérdida del balón en la mitad de la cancha, Gerardo Martino sacó a Ángel Di María, disminuido desde lo físico, y dispuso el ingreso de Matías Kranevitter.

La entrada del “Colo” Kranevitter le permitió a la Argentina equilibrar el juego en la mitad de la cancha y de a poco ir recuperando metros, aunque en la ofensiva Higuain no lograba conectar con Messi, que tenía una buena noche, pero no encontraba interlocutores.

Chile, agazapado, logró sacar una rápida contra a los 34 minutos, en una jugada en la que Sánchez habilitó con un pase largo a Vargas, quien le ganó en la carrera a Mascherano y obligó a Romero a lucirse para tapar su derechazo cruzado.

En la última jugada del complemento ambos tuvieron la ocasión de convertir: en el área argentina Funes Mori cerró con lo justo a Sánchez, quien se aprestaba a rematar pisando el área chica, mientras que en la réplica lo tuvo argentina, pero Messi llegó mal pisado en los últimos metros y le pegó muy mal.

Una chance para cada uno en el alargue.
En el primer tiempo del alargue los dos contaron con posibilidades de quebrar el cero. Por el lado de Chile, Alexis Sánchez agarró mal parado al fondo argentino y puso la pelota en la cabeza de Vargas, pero Romero, muy atento, salió rápidamente a cortar y atrapó la pelota.

Un minuto después, Bravo mostró sus reflejos y con un manotazo de derecha envió al córner un cabezado de Agüero con claro destino de gol, luego de un preciso tiro libre en forma de centro lanzado por Messi.

En el segundo tiempo del alargue Chile tuvo una notable merma física, pero su apuesta de cerrar filas resultó adecuada, y Argentina, pese a monopolizar el balón, no logró encontrar fisuras en la última línea “roja”.

Argentina no contó con la precisión y la claridad necesarias para convertir y evitar el sufrimiento de otra definición por penales, que terminó de la misma manera que la jugada unos meses atrás, en el estadio Nacional de Chile.

Síntesis:
Argentina 0 - Chile 0.
Estadio: MetLife (Nueva Jersey).
Árbitro: Héber Lopes (Brasil).

Argentina: Sergio Romero; Gabriel Mercado, Nicolás Otamendi, Ramiro Funes Mori, Marcos Rojo; Lucas Biglia, Javier Mascherano, Ever Banega; Lionel Messi, Gonzalo Higuaín y Ángel Di María. DT: Gerardo Martino.

Chile: Claudio Bravo; Mauricio Isla, Gary Medel, Gonzalo Jara, Jean Beausejour; Arturo Vidal, Marcelo Díaz, Charles Aránguiz; José Pedro Fuenzalida, Eduardo Vargas y Alexis Sánchez. DT: Juan Antonio Pizzi.


Definición por penales:
Argentina: Messi, desviado; Mascherano, gol; Agüero, gol; Biglia, atajó Bravo.

Chile: Arturo Vidal, atajó Romero; Castillo, gol; Aranguis, gol; Beausejour, gol; Silva, gol.

Cambios en el segundo tiempo: 11m Matías Kranevitter por Di María (A), 24m Sergio Agüero por Higuaín (A), 34m Edson Punch por Fuenzalida (CH).

Cambio en el primer tiempo del alargue: 13m Francisco Silva por Sánchez (CH).

Cambio en el segundo tiempo del alargue: 3m Nicolás Castillo por Vargas (CH), 5m Erik Lamela por Banega (A).

Incidencia en el primer tiempo: 27m expulsado Díaz, por doble amonestación (CH), 42m expulsado Rojo, por juego brusco (A).

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