La capital argentina “sigue siendo cara para los expatriados cuando la vemos en relación con otras ciudades de la región, pero no desciende tanto como otras en el ranking este año ya que su inflación de precios es mayor. La inflación específica de la canasta Mercer para expatriados para los últimos 12 meses es de 40,73 por ciento”, explicó Valeria Bohórquez, Líder del Negocio de Talento para Argentina, Uruguay y Paraguay. “En términos relativos las categorías que más crecieron fueron servicios (luz, gas) y transporte -fundamentalmente debido a la quita de subsidios”, añadió.
A diferencia del año pasado, Hong Kong ahora encabeza la lista de las ciudades más caras para los llamados “expatriados”, desplazando al segundo puesto a Luanda (Angola) que, por tres años consecutivos permaneció en primer lugar. Luego, siguieron Zúrich y Singapur, que mantuvieron en el tercer y cuarto puesto, respectivamente, mientras que Tokio se ubico en el quinto, seis lugares más arriba con respecto al año pasado.
Las más baratas del mundo para quienes tienen que ir a trabajar allí fueron Windhoek (209), Ciudad del Cabo (208) y Bishkek (207).
En América del Sur, San Pablo (128) y Río de Janeiro (156) descendieron ochenta y ocho y ochenta y nueve posiciones, respectivamente, a pesar del fuerte incremento de bienes y servicios, en tanto, Lima (141) bajó diecinueve lugares, mientras que Bogotá (190) cayó cuarenta y dos.
En tanto, Caracas fue excluida del ranking debido a la situación compleja de su moneda. “Su posición en el ranking hubiese sufrido una gran variación dependiendo del tipo de cambio oficial elegido”, dijo Mercer en un comunicado.
Los datos surgen de la edición número 22 de la encuesta anual que realiza Mercer, tras un análisis de 209 localidades a lo largo de cinco continentes en el que midió el costo comparativo de más de 200 rubros en cada urbe, incluida vivienda, transporte, comida, vestimenta, artículos para el hogar y entretenimiento.
“Los gobiernos y las principales compañías utilizan datos de este estudio para proteger el poder adquisitivo de sus empleados cuando son transferidos al extranjero; los datos sobre precios de alquiler de vivienda se utilizan para evaluar las ayudas de vivienda para expatriados. La elección de las ciudades analizadas se basa en la demanda de datos”, señaló Mercer.