El director provincial de Epidemiología, Iván Insúa, expresó que el año pasado los primeros casos de gripe A H1N1 se registraron en junio y en este ciclo comenzaron en mayo.
Las autoridades llamaron a no demorar la concurrencia a los vacunatorios a las embarazadas; puérperas que no se vacunaron en el embarazo, bebés de 6 a 24 meses y personas de entre 2 y 64 años inclusive con factores de riesgo, como enfermedades cardiacas, respiratorias o renales crónicas, inmunodepresión, diabetes y obesidad.
También deben vacunarse todas las personas de 65 años y más y el personal que presta servicio en el sector de la salud.
Si bien la vacuna es la principal herramienta para brindar protección a los grupos de riesgo, existen otras medidas preventivas, individuales y comunitarias que contribuyen a disminuir la circulación de todos los virus respiratorios.
La más importante consiste en lavarse las manos con agua y jabón en forma frecuente, sobre todo al regresar al hogar.
Al toser o estornudar, cubrirse la boca y nariz con un pañuelo descartable o con el ángulo interno del codo y en caso de tener síntomas, como fiebre mayor a 38 grados y dolores musculares, concurrir al médico y mantener el aislamiento domiciliario.
Además, se recomienda tirar a la basura los pañuelos descartables inmediatamente después de usarlos; ventilar los ambientes y permitir la entrada de sol en casas y otros ambientes cerrados; mantener limpios picaportes y objetos de uso común y no compartir cubiertos ni vasos.
La gripe, al igual que otras infecciones respiratorias, se transmite por contacto con las secreciones de las personas infectadas, a través de las gotitas que diseminan al hablar, toser o estornudar.
También, por contacto con las superficies u objetos contaminados con esas secreciones.