El conflicto se agravó cuando la Lotería Nacional decidió suspender el llamado a licitación para las nuevas concesiones ante una medida judicial presentada por el Instituto de Juegos porteño.
"Lamentablemente no nos queda otra alternativa que venir hasta aquí para que el presidente Mauricio Macri y el Gobierno nos presten atención, porque hay 500 trabajadores que quedarán en la calle, y además no están aseguradas las indemnizaciones", explicó Ariel Fassione, secretario Gremial de Aleara.
El dirigente puntualizó que "se le entregó una carta firmada por todos los empleados, en la que se pide por la fuente de trabajo y también en la que se reclama que se busquen otras alternativas laborales, en caso que la decisión del cierre de las salas sea irrevocable".
Los bingos ubicados en los barrios porteños de Flores, Belgrano, en la peatonal Lavalle, en Congreso y en Caballito funcionan desde hace meses gracias a una medida cautelar dictada por la jueza laboral Stella Maris Vulcano, que ante la falta de acuerdo entre la Lotería Nacional y el Instituto de Juegos de la Ciudad dictaminó privilegiar las fuentes laborales y permitir que sigan abiertos.
"Hemos presentado varias alternativas de funcionamiento e incluso los trabajadores se ofrecieron a cumplir por algunos meses más sus tareas hasta que se junte el dinero correspondiente a las indemnizaciones ya que las empresas argumentan que no tienen plata ya que los bingos son deficitarios", agregó Fassione.
