La causa se había iniciado bajo la caratula de "Presunta infracción ley 22.421" por la Fiscalía Federal número 7, a cargo de Ramiro González, Secretaría de Yarina Gersenobitz, y se le ordenó a los investigadores una vigilancia sobre los comercios denunciados.
Después de juntar pruebas y testimonios, el fiscal procedió a que los policías federales realizaran las inspecciones sobre estos locales.
Cuando la brigada policial se presentó en esos comercios lograron recuperar un total de 36 animales protegidos por la ley.
En el comercio de la calle Lamadrid se recuperaron cinco loros habladores, dos ranas, seis tortugas de agua y una tarántula, mientras que en el local de la calle Garibaldi secuestraron 14 cacatúas, una culebra elaphe Gutatta (conocida como serpiente del maíz) y siete agapornis.
Además, los investigadores de la Policía Federal, que en los operativos recibieron colaboración del personal de la Dirección de Fauna Silvestre de la Nación, dependiente de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación y de la división Flora y Fauna de la provincia de Buenos Aires, individualizaron a los comerciantes y se les labraron actas de secuestros e infracciones.
Los ejemplares rescatados quedaron a resguardo del personal de Flora y Fauna bonaerense, que dispondrán su liberación en sus respectivos lugares naturales.