El Instructor Víctor Eurdekián explicó: “Este es un taller gratuito enmarcado en el Programa de Tenencia Responsable, coordinado por la Dirección de Zoonosis del Municipio, donde se enseña obediencia básica y se le da mucha importancia al perro en la casa, cómo manejarse con él y conocer un poco cómo piensan y cómo manejar el vínculo con ellos. Es una actividad que está funcionando hace tres años y fue creciendo; vienen alrededor de 25 perros junto a sus propietarios”.
El taller, de los pioneros en la región, se dicta todo el año, con punto de encuentro en la entrada del Parque Náutico (Alte. Martín y Escalada), desde las 9 hasta las 12.30 horas, y no se suspende por lluvia o frío.
“Apuntamos a explicar las necesidades básicas de los perros, y cómo cubrirlas, logrando de este modo un animal estable, de compañía para poder compartir y no renegar con él. Mejoramos la convivencia entre perro y propietario y poder disfrutar de un paseo diario junto a él, ya que siempre tiene necesidad de salir. Hay gente que lo toma como algo muy recreativo, se engancha y viene bastante. Este es un trabajo que requiere de mucha paciencia y constancia, pero los resultados se ven. Hay vecinos que vienen todos los fines de semana desde hace más de un año. La idea es compartir un buen momento cerquita del río con nuestro compañero y que aprenda obediencia, que sirve mucho”, finalizó Eurdekián.
En cuanto a los asistentes, Javier, vecino de Victoria, junto a su perra Lola, una labradora de 7 años, opinó: “Esta iniciativa es espectacular; es muy importante concientizar a la gente que un perro no es como un hijo, pero necesita cuidados y tiene requerimientos. Acá se enseña principalmente obediencia y otras cosas requeridas para tener una relación gratificante con el perro. Hace un año que vengo con Lola. El taller está abierto a todos: gente de todas las edades y perros de todo tipo, al contrario de lo que muchos piensan. Es algo que otros municipios no tienen; realmente para imitar”.
Estela, de San Fernando, con su perrita Pompi, agregó: “Esto es muy lindo, la verdad que estoy contenta, hace 3 meses que vengo y ella aprende. Está muy bien lo que hace el Municipio, porque hay gente que no tiene dinero para pagar a un adiestrador. Pompi ahora está más tranquila; antes se me escapaba y la tenía que correr por todos lados. Me cambió la vida, el taller es muy exitoso y el instructor es bárbaro”.
Y Silvia, de Martínez, que concurrió junto a su pitbull Moro, de 1 año, destacó: “Vengo aquí porque la verdad que es bárbaro; a este perro que marca mucho el territorio de a poquito lo vamos limando para que pueda convivir con otros machos, que es la idea. Me parece fundamental el taller, porque así sea un perro chiquito o grande es importante que todos seamos responsables con ellos, porque dependen de nosotros, y sepamos comportarnos con ellos. Es una muy buena actividad a la que no faltamos nunca, estemos como estemos. Acá trabajamos mucho en conjunción con las demás mascotas, son dos horas intensivas para lograr que no se conviertan en una amenaza, porque esta raza naturalmente es competitiva con otros machos”.