Tras el cónclave realizado en la estancia de Anchorena, ubicada en el departamento uruguayo de Colonia, Macri y Vázquez brindaron una conferencia de prensa conjunta en la que el referente del Frente Amplio llamó a “buscar el mejor relacionamiento posible entre ambos países”.
“Los dos gobiernos hemos asumido que tenemos que estar a la altura de nuestros pueblos en su relacionamiento, que es profundo, fraterno, de verdaderos hermanos, que debe servir de ejemplos a ambos gobiernos. Hemos comenzado ese camino y ha sido muy fructífero. Esto es lo primero y lo máximo que debemos remarcar”, destacó el Presidente oriental.
En ese sentido, el uruguayo señaló que en la reunión se lograron “acuerdos fundamentales, por ejemplo trabajar en conjunto en el monitoreo medioambiental de los ríos y espacios comunes, estableciendo la creación de un laboratorio de última generación de control medioambiental en lo aéreo, en el agua, en la tierra”.
Por su parte, Macri subrayó que el desafío es “entender con flexibilidad que hay que complementarse” y agregó: “Pudimos descubrir que al poco de empezar ya tenemos iniciativas muy valiosas”.
Respecto de la presencia del líder del PRO en tierras vecinas, Vázquez agradeció la “deferencia” de que Uruguay haya sido el primer país al que visita para una reunión bilateral, ante lo cual Macri subrayó: “En esta primera visita oficial estoy acá, porque desde hace rato venía expresándole que quería que retomásemos los vínculos históricas que hemos tenidos.
Somos dos pueblos unidos por la Historia y tenemos un futuro a compartir”.
Más allá de los acuerdos alcanzados, la principal meta fue el relanzamiento de las relaciones entre los gobiernos de ambas orillas, luego de varios cortocircuitos durante la anterior gestión de Vázquez y la de José “Pepe” Mujica con los expresidentes Néstor y Cristina Kirchner.
Las rispideces entre la Argentina y Uruguay tuvieron como punto más álgido la denuncia que presentó el por entonces Gobierno del Frente para la Victoria ante la Corte Internacional de La Haya por la instalación de las pasteras en la margen oriental del Río Uruguay.
Como muestra del acercamiento entre ambos gobiernos, Macri y Vázquez aprovecharon la oportunidad para anunciar que habrá una postulación conjunta para ser sede del Mundial 2030, cuando se cumplirán 100 años de la primera cita de la Copa del Mundo que, curiosamente, enfrentó en la final a las selecciones de estos dos países.
La comitiva que representó a la Argentina estuvo integrada por la canciller, Susana Malcorra; el jefe de Gabinete, Marcos Peña; el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó; el secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo; y el designado embajador argentino en Uruguay, Guillermo Montenegro.
En tanto, acompañaban al Presidente uruguayo el ministro de Relaciones Exteriores, Rodolfo Nin Novoa; el embajador Héctor Lescano; el secretario de la Presidencia, Miguel Ángel Toma; y el director de Asuntos Políticos de la Cancillería, Martín Vidal.
Controles en el Río Uruguay
La instalación de las fábricas de pasta de celulosa a la vera del Río Uruguay trajo aparejado un conflicto entre los gobiernos de la Argentina y de Uruguay, así como también hubo un bloqueo del Puente Internacional General San Martín que duró tres años.
Luego de que la disputa llegara a la Corte Internacional de Justicia de La Haya, se resolvió realizar monitoreos conjuntos de los niveles de contaminación del curso de agua que sirve como frontera natural entre ambos territorios.
En ese sentido, en julio de 2010 se creó en el marco de la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) un Comité Científico para realizar los estudios de monitoreo.
Sin embargo, los integrantes de la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú denunciaron el incumplimiento del monitoreo y reclamaron en reiteradas oportunidades que los resultados de los estudios medioambientales sean de carácter público.
La novedad que introduce al acuerdo alcanzado este jueves entre el presidente Mauricio Macri y su par uruguayo, Tabaré Vázquez, radica en la creación del laboratorio binacional.
De esta manera, los monitoreos dejarán de ser realizados por entes extranjeros como indicaba el pacto sellado en la creación del Comité Científico, ya que establecía que los estudios debían ser hechos por un laboratorio de referencia internacional certificado, que sea reconocido y tenga acreditadas todas las técnicas a ejecutar en las muestras.
