Las autoridades chinas confirmaron poco después las maniobras y expresaron su “firme oposición”. Este buque “entró ilegalmente” en las aguas de las islas del archipiélago y sus operaciones “amenazaron la soberanía de China y sus intereses de seguridad”, dijo Lu Kang, portavoz del ministerio chino de Relaciones Exteriores, en un comunicado.
El portavoz recordó que el país tiene una soberanía “indiscutible” sobre el archipiélago y sobre las aguas que lo rodean. “Los servicios competentes, conformemente a la ley, vigilaron el buque, lo siguieron y luego lanzaron una advertencia”, agregó Lu Kang.
Pekín “se opone a que un país utilice la libertad de navegación y de sobrevuelo como pretexto para violar la soberanía nacional de China o a sus intereses de seguridad”, añadió el portavoz.
El gobierno chino “responderá de manera decidida a cualquier acción de provocación”, agregó.
El viceministro chino de Relaciones Exteriores, Zhang Yesui, convocó este martes al embajador estadounidense en Pekín, Max Baucus, según la agencia de prensa china Xinhua.
China considera como aguas territoriales la zona de 12 millas náuticas que rodea a estas islas.
El gobierno de Pekín reivindica además derechos sobre la casi totalidad del Mar de China Meridional, donde está llevando a cabo grandes obras que están transformando los arrecifes en puertos, pistas y otras infraestructuras.
Pero Estados Unidos rechaza esa reivindicación, estimando que China no puede construir de esa forma una soberanía en esas aguas estratégicas, por las cuales Pekín tiene contenciosos con sus vecinos asiáticos.
“Nosotros operamos de manera habitual en mar de China Meridional y navegamos en las aguas internacionales cuando queremos”, dijo un responsable estadounidense.
AFP/NA