La chica, tras haber sido violada por su cuñado, estaba amenazada de muerte a fin de que mantuviera oculto el vejamen.
Sin embargo, ella le contó a su madre el ataque que Ramón Sebastián Morel, de 23 años, llevara a cabo aprovechando que estaban solos en la casa.
Luego de que el Cuerpo Médico Forense constatara las lesiones por el acceso carnal, en el hospital de General Rodríguez le aplicaron a la adolescente el protocolo de acción ante víctimas de violación (en la anticoncepción de emergencia y en prevención de las enfermedades de transmisión sexual).
Mientras se impulsó una causa por “abuso sexual agravado”, por otro lado, los familiares de la víctima, en su afan de tomar justicia por mano propia, inició una intensa búsqueda del sospechoso.
El rastrillaje dio sus frutos y lo encontraron en una vivienda ubicada en Hipólito Yrigoyen, a metros de su cruce con la calle San Pablo, del barrio La Porteña.
El imputado, al verse rodeado por la policía y los familiares de la chica violada, se suicidó disparándose un tiro en la cabeza con una pistola 9 milímetros.
Las fuentes consultadas indicaron que el joven estaba prófugo de la justicia, tenía problemas de adicciones y generaba continuos incidentes en la zona, ya que andaba armado.
La causa por el “Abuso sexual agravado” y por “Averiguación de causales de muerte” recayó en la UFI Nº 3 del Departamento Judicial de Moreno y General Rodríguez, a cargo de Luisa Pontecorvo.