El jurado resaltó la capacidad de trabajo en equipo y la sensación de estar “ya ahí mismo” viviendo parte del proyecto. Sin dudas, la presencia y las palabras de Cacho, un vendedor ambulante de trenes con más de veinte años de experiencia y que forma parte del proyecto, fueron fundamentales para transmitir.
A partir de ahora comienza el camino para cumplir el objetivo principal: llevar este museo ambulante de trenes en una formación de Ferrobaires para compartir las historias de trenes de juguete y trenes de verdad con los pasajeros.