Ammaturo subrayó que el sector padece una “presión impositiva alta” y señaló: “Eso lo vemos, principalmente, en temas vinculados con el comercio exterior”.
“Hay una estructura impositiva regresiva. Hay impuestos ocultos que se trasladan a los costos”, lamentó.
Insistió en que “las pymes sufrimos, como todos, las dificultades con el comercio exterior y el aumento de costos”, y resaltó: “Tenemos varias empresas socias que siguen exportando con esfuerzo para mantener sus canales en el exterior”.
Para Ammaturo, es “importante” que el sector que representa pueda tener “un panorama del valor de intercambio de divisas ya que ello afecta en el proyecto a largo plazo”.
Respecto de los movimientos en los puestos de trabajo de las pequeñas y medianas empresas, señaló que hay un “amesetamiento” y argumentó que “no hubo grandes incorporaciones, pero tampoco despidos”.
“Estimo que la mano de obra se va a mantener dentro de niveles similares”, consideró.
Sobre el escenario de financiación del sector, Ammaturo evaluó que “hubo mejoras” y destacó que “el Gobierno impulsó distintos canales de financiamiento”.
Subrayó la importancia de los roles de los bancos estatales, aunque aclaró que “la banca privada no está a la altura de las circunstancias”.
El empresario cuestionó que, por ello, hay muchas pymes que tienen que “autofinanciarse”.