Por su parte, el presidente de Micro Omnibus Norte SA (MONSA), Marcelo Pasciuto, dijo que, en junio de 2010, el grupo DOTA adquiere el “paquete accionario” de la compañía, en la que los delegados que mantienen el conflicto “tenían el manejo operativo”, por lo cual ahora “quieren quebrarla”.
Choferes de la línea 60 de colectivos, entre las 6.45 y las 8.30, cortaron el tránsito en uno de los accesos al puente Pueyrredón, que une la Capital Federal con el sur del Gran Buenos Aires, luego del desalojo concretado entre la noche de ayer y esta madrugada en la cabecera del barrio porteño de Constitución.
El piquete fue realizado en la subida de la avenida Mitre, en Avellaneda, mano a la ciudad de Buenos Aires, mientras el servicio se encontraba totalmente interrumpido, tras una jornada en la que la línea funcionó con un recorrido reducido entre el norte del conurbano bonaerense y la plaza Italia porteña.
Anoche, unos 70 agentes de la Policía Federal comenzaron el desalojo de la cabecera de Constitución, donde se encontraban los choferes en conflicto con la empresa.
En el lugar, quedó una fuerte custodia por orden de la jueza María Servini de Cubría.
El conflicto entre MONSA y los choferes comenzó el 25 de junio, cuando los trabajadores dejaron de cobrar pasaje en repudio al despido de un compañero, tras lo cual la compañía echó a otras 47 personas y los conductores denunciaron luego el envío de más telegramas de despido.
El sábado último, el jefe de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), Roberto Fernández, dijo que se logró un principio de acuerdo con MONSA, al acceder a la reincorporación de 48 trabajadores despedidos, lo que fue ratificado por la compañía.
“Esos no son todos los trabajadores despedidos y, además, los compañeros no recibieron los telegramas para reincorporarse”, coincidieron los delegados Hugo Swarzman y Esteban Simonetta.
La línea 60, con 19 ramales, transporta a unos 250 mil pasajeros por día entre Constitución y los partidos bonaerenses de Tigre y Escobar.
