"El derecho que se cobra es insólito por un simple hecho: la exposición de esas marcas se realiza dentro de los locales comerciales, es decir, dentro de un ámbito privado, sin uso del espacio público y sin necesidad de autorización, habilitación, o control por parte de los municipios", resaltó.
En su análisis, estimó que "muchas comunas vienen usando ese recurso con un sólo fin: recaudar", por lo que las acusó de "ignorar todos los principios de justicia, equidad y lógica que debe tener un sistema tributario".
Además, indicó que "en 2001 había un solo municipio que cobraba esa absurda tasa, en 2009 eran 71 y a fines de 2014 eran 118".
"Los montos reclamados crecieron considerablemente, generando transferencias de recursos millonarias desde los comercios a los municipios, sin que exista la contraprestación de un servicio que lo habilite a convertirse en una tasa , o el uso de un espacio público que habilite a las ciudades a cobrar un canon por una prestación", afirmó CAME.