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Afirman que la adulteración de un cilindro de GNC fue la causa de explosión en Tortuguitas

El presidente de la Cámara Argentina de Gas Natural Comprimido, Julio Fracchia, explicó hoy que la explosión de un tanque de GNC ocurrida el 21 de marzo pasado en una estación de servicio en la localidad bonaerense de Tortuguitas fue consecuencia de la adulteración de un cilindro.
"Ante la explosión de un cilindro de almacenamiento de GNC instalado en el vehículo patente FJL414, técnicos especializados de la Cámara estuvieron en la escena del hecho, y verificaron que el siniestro se debió a la adulteración del cilindro", dijo Fracchia a Télam.

La modificación consistió en "un corte con plasma separando un segmento de pared de aproximadamente 30 centímetros por 10 centímetros que fue soldado al cilindro nuevamente con soldadura eléctrica".

A través de un comunicado la Cámara informó que "solicitó al Ente Nacional Regulador del Gas (que en estos momentos está peritando el cilindro) medidas urgentes en la jurisdicción que corresponda, para determinar las responsabilidades legales consiguientes, ante una maniobra delictiva de alto riesgo provocada probablemente fuera de la cadena de valor de la actividad del GNC".

Los cilindros de GNC son fabricados en talleres nucleados en Productores de Equipo completo (PEC) y requieren de una habilitación que se hace en el taller de montaje, que es donde se pega una oblea en el parabrisas de los vehículos certificando que está habilitado.
Por otra parte, los vehículos accionados a GNC deben realizar una revisión anual de los equipos y renovar así su habilitación. Si la oblea que tiene el vehículo no esta vigente, la estación de carga no le suministra GNC.

Una fuente del Enargas confió a Télam que el sistema de GNC para los vehículos "es muy seguro" y añadió que "Argentina exporta normativa de seguridad en la utilización de GNC para locomoción a varios países, entre ellos Qatar y Arabia Saudita".

El vehículo siniestrado el 21 de marzo pasado en Tortuguitas, según refirieron en el lugar, "era nuevo, había sido comprado hacía 10 días y tenía un parche de chapa, inclusive pintado de otro color", dijo una fuente consultada.

Agregó que "resulta raro que el titular del vehículo no hubiese efectuado ninguna denuncia, por lo menos para reclamarle a quien le vendió el equipo o a su instalador".

El hecho no produjo víctimas por no haber gente en torno del auto, pero sí causó graves daños materiales en el lugar y la destrucción del vehículo, según consignó la crónica policial.

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