Una vez separada la válvula de otros tejidos, fue sometida a un proceso de “rampa” de temperatura de 1 grado centígrado cada media hora desde los 37º C de la temperatura corporal hasta llegar a cerca de -130º C para luego almacenarla en una criopreservadora donde es mantenida a -195º C hasta su utilización.
Ese descenso paulatino evita el deterioro de las células que se produciría con un enfriamiento brusco, detalla el informe del sitio oficial BA Noticias.
Paralelamente a estos procesos se envían muestras al laboratorio del hospital con el fin de analizarlas y determinar su aptitud para ser utilizadas y se asienta la nueva válvula en un registro donde se consigna su medida a la espera de un receptor.
El Banco cuenta también con una criopreservadora que mantiene su temperatura a -80º C y donde se almacenarán arterias, venas y pericardio, tejidos que no necesitan temperaturas tan bajas como las válvulas para su preservación.
Cabe destacar que el Banco de Homoinjertos del “San Juan de Dios” fue inaugurado en diciembre del año pasado por el ministro de Salud provincial, Alejandro Collia, y ofrece sus recursos a centros quirúrgicos nacionales habilitados para trasplantes.