“Los servicios de inteligencia van a cambiar si cambian los políticos y la forma de hacer política”, indicó Macri, y agregó: “No nos sentimos cómodos (con la iniciativa) porque no confiamos; no tienen autoridad en este tema”.
El mandatario porteño, además, indicó que esperó “una convocatoria” de la presidenta Cristina Fernández y pidió “tener la decencia de ser respetuoso y dejar que la justicia trabaje” en el esclarecimiento de la muerte de Nisman, y que si la mandataria “tiene elementos nuevos que los agregue a la causa”, ya que hay “demasiadas desprolijidades”.
Acompañado por el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, el ministro de Seguridad y Justicia porteño, Guillermo Montenegro; y los diputados nacionales Federico Pinedo y Patricia Bullrich, Macri destacó: “No va a cambiar con un cambio de nombre si la política sigue ejerciendo el poder de esta manera”.
Con relación a la propuesta de Cristina Fernández para crear una Agencia Federal de Inteligencia, afirmó que el kirchnerismo “en cada reforma que ha propuesto el diablo esconde los detalles del tema a vigilar”, al criticar que la potestad de las escuchas quede en manos de la procuradora general Alejandra Gils Carbó.
“Este proyecto condiciona a las autoridades del próximo gobierno” y es “un atropello al voto popular”, advirtió Macri, agregó que el gobierno que viene “tiene que poder elegir las personas en las cuales confía para liderar esa Secretaría en el camino del profesionalismo y no con el carpetazo o el apriete”. Por otro lado, y sobre la muerte de Nisman, el fiscal que denunció a la Presidenta y dirigentes oficialistas por supuesto encubrimiento en caso AMIA, Macri expresó que “no puede quedar impune”.