No obstante, pese a las leyes de nocturnidad que imponen controles de horarios y reglamenta las barras y la prohibición de vender alcohol a menores, el funcionario advirtió que en el seno familiar el consumo de alcohol se ha naturalizado.
“Prueba de ello es el resultado de una encuesta que hicimos sobre 14.000 chicos de entre 16 y 18 años, de la cual se desprende que el 90 por ciento de las previas se hacen en el hogar”, señaló.
En ese sentido, destacó como una cuenta pendiente “que los padres comprendan que el Estado somos todos y que todos tenemos una responsabilidad ineludible a la hora de cuidar a los chicos”.
Por eso, explicó, se convocó a la Fundación Padres y otras organizaciones de la comunidad en este tiempo de vacaciones, cuando se advierte una mayor predisposición para pensar en el tema, asesorarse y promover el diálogo familiar.
El titular de esa Fundación, Adrián Dall' Asta, agregó que hace unos cinco años “Pinamar era un descontrol” en materia de consumo, y agregó que “con las leyes y controles impulsados desde el ejecutivo provincial, disminuyeron la violencia y las intoxicaciones, sin embargo, son los padres los que compran la mayor parte del alcohol que consumen hoy los adolescentes”.
En tanto, el secretario de Niñez y Adolescencia, Pablo Navarro, agregó que “en la cuestiones relacionadas a la nocturnidad y los jóvenes, apelamos primero a la responsabilidad de los padres o adultos referentes, pero también sabemos que muchos jóvenes veranean solos”.
“Por eso pedimos a la sociedad en general que si se detecta cualquier vulneración de derechos en niños y adolescentes menores de 18 años, se comuniquen con el teléfono 102, un servicio provincial de atención gratuita las 24 horas”, sostuvo.
