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Cuestionan el aumento del acarreo y cuestionan los contratos con las concesionarias

El auditor general de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), Eduardo Epszteyn, cuestionó hoy el aumento del acarreo de automóviles y advirtió que la relación entre el gobierno porteño y los concesionarios “roza la ilegalidad” y es “absolutamente ridícula a favor de estas empresas”.
“Pensemos que estamos hablando de que para el acarreo se vuelve a subir el precio de 450 a 580 pesos y al mismo tiempo el canon que aporta al gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, cuando lo aportan porque la mayoría de las veces no lo pagan, es de 55 mil pesos por mes”, precisó.

Por otra parte, destacó que “estamos hablando de una concesión que venció en el año 2001, hace ya más de 13 años” y que, marcó, el gobierno de Mauricio Macri vino manteniendo “a través de distintas actas acuerdo de las empresas y el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires”.

En diálogo con radio América, Epszteyn insistió que existe una situación “que roza la ilegalidad y absolutamente ridícula a favor de estas empresas con mandato vencido y que no se licitan, porque hacen todo lo posible para no licitar”.

El controlador de la gestión de la CABA admitió que “es difícil saber la recaudación de las empresas de acarreo porque “eso depende de la cantidad de autos que acarrean”, lo cual estimó constituye un incentivo para que levanten autos “cerca de las playas de estacionamiento de las grúas porque de esa manera hacen mas viajes”.

A su vez, el auditor general de la CABA, de extracción peronista, indicó que las dos empresas concesionarias del acarreo “este año recibieron subsidios superiores a 55 millones de pesos a través de una partida del presupuesto que se llama alquiler de maquinarias”.

Epszteyn explicó que se trata de un rubro que por lo general “a principio del ejercicio cuando se discute el presupuesto en la Legislatura prácticamente no tiene dinero” pero que “luego a lo largo del año a través de modificaciones de partidas el ejecutivo porteño, a partir del año 2010 sobre todo, viene modificándola y utilizándola” para transferir recursos.

El auditor de la Ciudad informó que desde 2010 a la fecha “se han transferido más de 170 millones de pesos” a las empresas de acarreo, 55 millones de los cuales se otorgaron el año pasado. “No se entiende por qué están subsidiadas”, insistió Epszteyn.

Junto a la recolección de la basura, Epszteyn concluyó que “este es un gobierno que es muy pero muy flexible, muy blando” y “con relaciones muy particulares con lo que son las principales empresas proveedoras y las que tienen los grandes contratos”.

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